Desde 2022, 33 Estados de Europa, de las Américas y del Pacífico se han comprometido a aplicar el principio de precaución y a apoyar al menos una pausa de precaución en la explotación minera de los fondos marinos. Esta posición se apoya en los numerosos informes y análisis científicos publicados en los últimos años: los fondos marinos son el refugio de una biodiversidad aún muy desconocida, y que se debe preservar.
Queremos reafirmar un principio: la protección de los ecosistemas de los fondos marinos es un imperativo no sólo jurídico, sino sobre todo científico, ambiental y económico.
El cumplimiento del marco jurídico y ambiental internacional aplicable a los fondos marinos es fundamental.
Los recursos minerales de los fondos marinos profundos en zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional (la Zona) son patrimonio común de la humanidad en virtud del derecho internacional, tal como se refleja en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, por lo que deben ser objeto de una gestión colectiva y responsable por parte de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, que tiene un mandato reglamentario y administrativo exclusivo en nombre de toda la humanidad.
Cualquier potencial explotación minera de los fondos marinos en zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional, afuera del marco jurídico internacional tal como se refleja en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, sería contraria al derecho internacional.
La ciencia debe guiar nuestras acciones
Los fondos marinos representan casi el 54% de la superficie del océano, pero solo se ha explorado el 5% de estos ambientes.
Apenas estamos empezando a comprender el papel que desempeñan estos ecosistemas de los fondos marinos en las funciones ecológicas de los océanos, incluido su papel en la mitigación del cambio climático y sus posibles beneficios para la humanidad. Aunque los beneficios económicos de la explotación potencial de los fondos marinos son todavía muy teóricos, estudios e informes científicos recientes nos indican que:
- Los ecosistemas del abismo albergan miles de especies desconocidas, muchas de las cuales no existen en ningún otro lugar. Los recursos genéticos de los fondos marinos pueden acompañar el progreso científico y la innovación en ámbitos tan diversos como la salud, la nutrición y la lucha contra el cambio climático.
- Estos ecosistemas son frágiles: la regeneración de los hábitats profundos es extremadamente lenta. Los nódulos polimetálicos, codiciados por sus metales raros, tardan de 1 a 10 mm por millón de años en formarse, en una escala de tiempo que supera la de las generaciones humanas, lo que dificulta la sostenibilidad de su explotación.
- Los fondos marinos desempeñan un papel clave en el almacenamiento de carbono y la regulación del clima global.
- Los riesgos de la minería podrían materializarse a gran escala, ya que la actividad minera generaría columnas de sedimentos que podrían afectar a la vida de las profundidades y al comportamiento de las especies de la columna de agua, que transportan metales pesados que podrían afectar a toda la cadena alimentaria hasta nosotros.
Fuente: Informe “¿Explotar o no explotar?” Towards Ipos, Consulta Mundial sobre los Grandes Fondos Marinos, abril de 2025
Nuestros conocimientos científicos aún no son suficientes para comprender las posibles repercusiones directas e indirectas de dicha explotación. Por tanto, es necesario aplicar el principio de precaución.
La comunidad internacional debe movilizarse para garantizar la protección de los fondos marinos y sus recursos
Todas las actividades en los fondos marinos profundos fuera de las zonas de jurisdicción nacional deben basarse en un marco jurídico multilateral plenamente operativo y respetado por todos, en evaluaciones científicas independientes y exhaustivas de los impactos ambientales, así como en los principios de transparencia, cooperación internacional y prevención.
Nos comprometemos a contribuir activamente a las negociaciones en curso sobre las normas, reglamentos y procedimientos de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos con el fin de garantizar una protección eficaz del medio ambiente y el respeto del principio del patrimonio común de la humanidad.
En vísperas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano en Niza (del 9 al 13 de junio), reafirmamos nuestro compromiso para proteger los fondos marinos y hacemos un llamamiento a todos nuestros socios para :
- promover el respeto del derecho internacional
- acelerar la investigación científica sobre los fondos marinos para que la humanidad pueda beneficiarse plenamente de su riqueza preservándola
- unir sus voces a las nuestras para pedir al menos una pausa de precaución sobre la explotación de los fondos marinos.
Esta declaración fue refrendada por:
- Alemania,
- Austria
- Chile
- Costa Rica
- Dinamarca
- Ecuador
- España
- Finlandia
- Francia
- Grecia
- Guatemala
- Honduras
- Irlanda
- Letonia
- Luxemburgo
- Malta
- Mónaco
- Palaos
- Panamá
- Perú (1)
- Portugal
- Suecia
- Suiza
- Vanuatu
(1) La República del Perú no es Parte en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
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